En la fase de salado cada jamón y cada paleta reciben la cantidad exacta de sal en función de sus características y su peso. Para este proceso solo se utiliza sal marina natural.
En la cámara de salado permanecen el tiempo justo para poder obtener un jamón bajo en sal.
Una vez finalizado este proceso las piezas son lavadas una a una y llevadas a la cámara de post-salado donde estarán bajo condiciones controladas y así conseguimos que la sal que reciben nuestros jamones y paletas se distribuya homogéneamente en el interior de cada pieza.